Como conducir moto con viento



De todas las adversidades que nos podemos encontrar en moto, a parte del hielo en la calzada y superficies resbaladizas, el viento es uno de los peores enemigos que nos podemos enfrentar al ir en moto. Como todos sabemos, es imprescindible inclinar la moto para tomar las curvas, el viento nos puede llevar muchos sustos si no estamos atentos y sobre todos si no tenemos claro como negociar con sus rafagas..



Vamos a cerrar los ojos y a imaginarnos que estamos montados encima de la moto. Imaginamos que nos viene una curva ¿que haríamos de normal? inclinar la moto a base de contramanillar. Vale, pues con viento lo vamos a hacer un poco distinto...

Imaginaos que somos un péndulo, que si alguien nos empuja lo único que hacemos es desplazarnos como haría un péndulo, en conjunto con la moto. Como si esta estuviese suspendida en el aire.

En la carretera. Vamos circulando y notamos que una ráfaga de viento nos empuja por uno de los dos lados. Si nos mantenemos rígidos el viento hará que nos inclinemos hacia la izquierda si sopla de derechas. Con lo que invadiremos el carril contrario u otro carril de nuestra misma vía.

En contra de lo que pensamos,  si nuestra postura es mas relajada, el viento apenas desviará nuestra trayectoria un metro, insignificante si circulamos por el centro del carril. Si sentimos que le viento nos empuja, dejamos la moto a su antojo. Firme por el manillar pero de cintura para abajo la dejamos libre junto a nuestras piernas. Así en lugar de inclinarse hacia la izquierda la moto únicamente se desplazará por la parte inferior, así la inclinación será hacia el lado de donde viene el viento.
Cuanto más fuerte sea el viento, más desplazará la moto debajo de nosotros, pero será la necesaria para que, sigamos la trayectoria de la carretera.

Es muy importante adoptar una mentalidad defensiva y  anticiparnos a lo que nos espera un poco más adelante. Hay que fijarse en el entorno para prever cuándo llegará el viento. Nos ayudará fijarnos en las copas de los árboles o plantas. También cuando haya polvo o tierra cruzándose delante nuestra
Hay que ir con especial precaución en las zonas abiertas a las que podamos salir tras pasar montañas o curvas cerradas de interior. Nos podemos encontrar con una ráfaga repentina y tenemos que estar preparados para afrontarla.




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